El fantasma de la contaminación se cierne sobre Palomares. Los americanos movilizan a su unidad de protección radiológica. Cuando encienden su medidor de radiación, la aguja del aparato se dispara. La intención de ambos gobiernos es que no se hable del asunto, pero la prensa huele una gran historia y decenas de periodistas de todos los rincones del mundo ponen rumbo a Palomares.