Manuela, Rocío, Fabio y la pequeña Paloma consiguen pasar el control policial llegando hasta el sur, a Tarifa, refugiándose en una casa desde la que divisan África al otro lado, el lugar que les permitirá ser libres, pero aún tienen que cruzar el mar y Héctor está cerca, ¿lo conseguirán? Mientras, la complicidad entre Fabio y Manuela sigue creciendo, hasta vivir un momento de gran intensidad emocional. Yolanda está en comisaría, ha sido detenida por encubrimiento y obstrucción a la justicia, mientras parece haber aceptado la decisión de Alba, para vivir bajo la protección de su madre Manuela. Y Lucho es expulsado de su casa por su primo, que le culpa y le hace responsable del sufrimiento de Yolanda y de lo que está sucediendo. En paralelo, Héctor no termina de entender quién está ayudando a estas mujeres en su huida, Fabio no tiene los suficientes enlaces y algo no le encaja.